08/04/2019 14:00:00
Es cierto que puede resultar agotadora y siempre puedes encargar ésta a una empresa especializada en limpieza. Pero si te animas a hacerlo tú mismo, estos son los pasos imprescindibles a seguir.
1.- Haz un planning de limpieza.
Con un buen planning todo es más sencillo. Al menos te servirá para no olvidarte de nada. Procura anotar en una hoja la lista de tareas a realizar en cada estancia de la casa.
Si dispones de poco tiempo, no es necesario que hagas toda la limpieza de una vez; puedes dividir ésta en varias jornadas de trabajo. Pero para que no quede solo en buenas intenciones, lo ideal es que así lo señales en el planning determinando una fecha a la limpieza de cada estancia.
Cuando te pongas manos a la obra podrás ir marcando las tareas ya ejecutadas y así ninguna quedará sin hacer.
También es recomendable que marques qué tareas debes hacer en primer lugar. Esto es importante si no tienes experiencia con limpiezas generales. ¿Por qué? Porque no tiene sentido comenzar por limpiar el suelo si tiene que pisarlo para hacer las demás tareas después, por ejemplo. Así evitarás tener que volver a hacer tareas ya ejecutadas.
Recuerda incluir la limpieza de lámparas, rodapiés e interruptores de luz, que son elementos que con frecuencia son olvidados.
Si no vives solo haz una asignación de tareas de modo que la limpieza no sea una labor que recaiga totalmente sobre tus hombros.
2.- Elabora una lista de la compra.
Revisa bien qué tareas tienes que hacer y qué necesitas para ello para que puedas comprar lo que necesites. Así evitarás dejar tareas a medias o sin hacer por falta de material para ello.
3.- Mueve muebles y vacía estantes para una limpieza total.
Si no quieres ir dejando huecos sin limpiar es la forma de hacerlo. Es laborioso, sí, pero necesario para una limpieza general efectiva. Solo de esta manera te asegurarás de no dejar zonas con suciedad acumulada que en cuanto te despiste un día con las corrientes arruine la limpieza que has hecho.
4.- Ya que limpias, ordena.
Aprovecha que vacías espacios para limpiar para dejarlos ordenados al volver a poner las cosas en su lugar. Elimina lo que consideres adecuado y trata de colocar de la manera más ordenada posible lo que decidas quedarte.
5.- Consigue cajas de almacenamiento de cierre hermético y sigue la información meteorológica.
La ropa de abrigo ocupa mucho más que la de verano. También la ropa de hogar de invierno es más voluminosa. Así que antes de hacer el cambio de temporada hazte con cajas de almacenamiento de cierre hermético para guardar la ropa personal, mantas, fundas nórdicas y demás.
Hazlo cuanto antes y si no dispones de secadora no pierdas de vista la información meteorológica. Así podrás encargarte de esta tarea cuando el tiempo acompañe para poner y secar varias coladas.
o ideal es ocuparte de este paso hacia el final, para guardar la ropa ya limpia en un espacio igualmente limpio.
6.- Haz una lista de mantenimiento de limpieza.
Para que la limpieza general no sea tan agotadora y se mantenga lo mejor posible el mayor tiempo posible, nada mejor que elaborar una lista de mantenimiento de limpieza. En ella puedes anotar tareas básicas asignadas a días de la semana o el mes, como la limpieza de cristales y alfombras.
Así la próxima limpieza general no será tan laboriosa.
Estos pasos son imprescindibles para una limpieza general de primavera efectiva. Pero si te agobia enfrentarte a la tarea, no desesperes y valora contratar un servicio profesional de limpieza para que se encargue de ello.