10/05/2022 10:01:43
Algunas fábricas tienen que estar en continuo funcionamiento. No hacen paradas nocturnas. Ni en fines de semana. Solo unos pocos días al año se detienen para realizar las labores de mantenimiento que precisan la parada de la producción y no pueden ejecutarse de otro modo. Y en funcionamiento deben limpiarse y ser el lugar lo más higiénico, seguro y saludable posible para sus trabajadores.
La limpieza industrial es clave para minimizar riesgos de accidentes. Y para evitar que la suciedad afecte al funcionamiento de la maquinaria o reduzca su vida útil.
Abordar la limpieza de naves industriales y fábricas en funcionamiento sin molestar a los operarios, sin riesgos y sin afectar a la producción no es sencillo. Es algo que no puede realizar cualquiera.
¿Qué es necesario?
Protocolos y planificación, claves para la limpieza de naves industriales y fábricas en producción.
Para abordar con seguridad y eficiencia las tareas de limpieza en estas circunstancias, hacen falta protocolos. Estos deben diseñarse para tener en cuenta todas las situaciones que se puedan dar. Es necesario que indiquen cómo se debe actuar para realizar el mejor trabajo posible incluso en las peores condiciones para ello, si se dieran.
Estos protocolos deben tener en cuenta todas las cuestiones importantes. Entre ellas, cómo evitar molestar a los operarios y qué hacer para no afectar a su trabajo y a la producción. Cómo trabajar con la mayor seguridad en un entorno industrial a pleno rendimiento. Y cómo proporcionar una limpieza e higienización eficiente en cada uno de los espacios.
También se debe planificar qué tareas hacer en cada espacio, con qué frecuencia y en qué orden.
El diseño de protocolos debe ser específico para cada industria, porque puede tener particularidades que la diferencian de las demás. Es preciso conocer el lugar, tener en cuenta el tipo de maquinaria y trabajos que se realizan en ella. Y conocer las necesidades de limpieza, el tiempo requerido para ellas y qué acciones o productos se pueden y se deben emplear para cada tarea.
Además, una industria puede tener muchas áreas diferentes. Desde la zona de producción a los vestuarios y baños, oficinas, laboratorios, almacenes, centros informáticos o de seguridad... Y cada empresa genera unos tipos de residuos distintos.
Cada centro de trabajo tiene sus propias características y necesidades. Y los protocolos y planes deben diseñarse teniéndolos en cuenta.
Profesionales cualificados para la limpieza industrial de espacios laborales en funcionamiento.
La limpieza industrial no es una tarea que sepa hacer cualquiera. Menos aún si la nave o la fábrica está en funcionamiento. Para su limpieza durante la producción, hacen falta profesionales cualificados, que sepan entender y llevar a cabo los protocolos diseñados específicamente para ese lugar y conozcan la maquinaria de limpieza, productos y herramientas claves para hacer un buen trabajo.
La profesionalidad y los conocimientos les permiten hacer un trabajo ejemplar.
Además, la formación contínua es importante. En materia de prevención de riesgos laborales o en otros conocimientos específicos clave para su buena labor profesional en estos entornos de trabajo.
Desinfección de naves industriales y fábricas.
La desinfección antes y después de la limpieza es clave en las naves industriales y fábricas que no detienen su producción. Muchas de ellas son, además, espacios cerrados, donde se hace más necesario cuidar también la calidad y salubridad del aire.
Actualmente, gracias a los sistemas de nebulización, termonebulización y pulverización, es posible llevar la desinfección a todos los lugares de forma segura y sin detener la producción. La nebulización no moja, por lo que no daña la maquinaria, incluso la más moderna, digitalizada y delicada. Y no afecta a la producción.
Limpieza y ambientación.
La limpieza se puede clasificar en tres tipos.
Rutinaria. Es la que se hace habitualmente, con la frecuencia que en cada caso se señale. Muchas tareas se realizarán a diario. Otras, cada un número determinado de días (semanalmente, quincenalmente, o con la frecuencia que se estipule).
Específica. Se refieren a una tarea muy concreta que puede o no ser habitual. Puede programarse con una frecuencia determinada (una vez por trimestre, anualmente... ) o según lo indiquen las necesidades variables de la empresa.
De urgencia. Es la que tiene lugar por circunstancias inesperadas y que requieren atención y solución inmediata. Por ejemplo, si ocurre una fuga de aceite o de combustible que afecta a la seguridad y/o a la producción.
Dependiendo del sector productivo, en algunas zonas se puede completar el trabajo con la ambientación de espacios. Esta puede realizarse fuera de las áreas propias de producción. Oficinas, recepción, vestuarios, aseos y baños, área de ventas o las que la empresa considere. La sensación de frescor que generan y la reacción que provocan en los usuarios de las zonas ambientadas hacen que cada vez más empresas industriales contraten la limpieza industrial y ambientación conjunta.
Estas son las principales claves para abordar y completar de forma efectiva y segura la limpieza de naves industriales y fábricas sin detener la producción. En Tarracoclean somos especialistas en limpieza industrial de naves, fábricas, talleres, cooperativas y otros espacios de producción. Consúltanos y hablamos.